La
Migración: El Caballo de Troya de Maduro para debilitar las democracias
latinoamericanas
Mario R. Pazmiño
Silva
Desde
el año 2014 diferentes organismos internacionales vienen denunciando que la
crisis humanitaria no solo trae a los diferentes países que los acogen empresarios,
técnicos y profesionales que vienen a emprender, sino también que el éxodo incluye
estructuras delictivas que han visto esta oportunidad para exportar sus actividades
criminales.
El
Defensor del Pueblo de Colombia Dr. Carlos Negret indicó que recibió denuncias
de ciudadanos venezolanos, quienes manifestaron que el presidente Nicolás Maduro
habría ordenado la apertura de las cárceles para infiltrar con reclusos el
flujo migratorio hacia los países de la región. Esta información se entrelaza
con las declaraciones de la Ministra del Servicio Penitenciario Iris Valera
quien manifestó que “20.000 convictos no
suponen ningún riesgo y deben ser liberados”.
Delincuentes del Centro penitenciario
Santa Ana recibiendo instrucción antes de ir al puente de Tienditas.
Otro
hecho importante que demuestra la mente retorcida del dictador es cuando se
trató de ingresar ayuda humanitaria a Venezuela por parte de la coalición de
países ante la crisis que se vivía y Nicolás Maduro dispuso el envío de reclusos
al puente fronterizo de Tienditas para
bloquear el ingreso de la ayuda humanitaria. Los convictos pertenecían al
Centro Penitenciario Santa Ana de la ciudad de Ureña en el Estado de Táchira.
Los reclusos habrían sido entrenados y preparados por funcionarios
gubernamentales para actuar como una fuerza de choque y/o una milicia de
delincuentes al servicio del gobierno.
El
éxodo de los ciudadanos venezolanos que ha generado la dictadura del modelo
chavista calificado como “bolivariano y socialista” para atrapar a los
incautos, está siendo utilizado por
Nicolás Maduro para afectar las democracias regionales utilizando
perversamente la migración de sus compatriotas descontentos para infiltrar estructuras
delictivas que generen caos y rechazo en los países de acogida de esta ola
migratoria.
El
afán de Maduro es generar que los estados latinoamericanos donde están llegando
los migrantes rechacen su permanencia y
los consideren una verdadera amenaza a la seguridad ciudadana, obligando a los
gobiernos a poner un sinnúmero de requisitos que dificultarían el ingreso de
venezolanos en busca de nuevos horizontes. Los cerca de 7 millones de migrantes
son una muestra palpable de la ineficiencia de un gobierno fallido. Sin embargo
para Nicolás Maduro son traidores al proceso revolucionario.
El
gobierno venezolano está utilizando la misma estrategia que usó Fidel Castro con
el éxodo de los denominados “Marielitos” en octubre de 1980 hacia los Estados
Unidos. El dictador cubano aprovechó este éxodo y abrió las cárceles para que los
reclusos no sean una carga estatal a cambio de que vayan a otros países y se
conviertan en una pesadilla delictiva permanente en las sociedades de acogida;
de esta forma se lograban dos objetivos: primero sacaba el lumpen social que se
encontraba detenido y que no tenía los recursos para mantenerlos en prisión; y segundo, propinaba un duro golpe a los
sistemas de seguridad estatales con una amenaza que venía oculta en un “Caballo
de Troya” llamado migración.
Miembros de la Megabanda “El Tren der
Aragua” capturados por las autoridades peruanas.
En
agostos del 2018 Perú capturó a 15 delincuentes de la megabanda “El Tren de
Aragua”, una estructura delictiva que
tiene excelentes relaciones con la ministra del Servicio Penitenciario Iris
Valera a través de su jefe el “Pran” conocido como “El Niño Guerrero”. Esta organización
criminal cuenta con aproximadamente 250 y 300 delincuentes fuertemente armados
que operan dentro y fuera del recinto carcelario y que hoy están ampliando sus
actividades delictivas en algunos países de la región aprovechándose del flujo
migratorio.
El
siete de Agosto del 2019 Perú expulsó a 47 venezolanos con antecedentes
penales. Las autoridades del vecino país ya han deportado a 200 ciudadanos
vinculados a actividades delictivas o con antecedentes.
La
falta de controles gubernamentales e intercambio de información delincuencial, ha permitido que integrantes de las megabandas
venezolanas comiencen a trasladar sus operaciones a la región. Es por eso que
hemos visto cómo los niveles de inseguridad se han incrementado y la percepción
de inseguridad en la sociedad es cada día más alarmante.
Si
a julio del 2019 estarían ingresando un promedio diario de 3.000
venezolanos -de acuerdo a Presidencia
estarían viviendo en Ecuador cerca de 500 mil ciudadanos venezolanos- y recién se
comenzará a requerir documentos para
controlar esta migración a partir del mes de septiembre, la pregunta para las
autoridades es: ¿Cuántas organizaciones delictivas y/o megabandas venezolanas
están operando en nuestro país? ¿O seguimos pensando y actuando como si somos
solo un país de tránsito?.
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