jueves, 18 de septiembre de 2014

Kurdistán la nueva estrategia americana contra el Estado Islámico
Crnl. Mario R. Pazmiño S.




Daniel Sueiro, escritor español del siglo pasado (1931-1986), en su famosa obra “El arte de matar”, aun cuando no dejó de lado el degollamiento, se quedaría pasmado ante la pavorosa escena de cercenar el cuello a víctimas indefensas, como lo hacen los integrantes de ISIS. La tecnología –que no tiene ese fin- nos convierte en espectadores de ignominias, como las ejecuciones de tres personas indefensas: dos periodistas y un trabajador de una ONG, lo cual demuestra que hemos involucionado, no  a la edad media, sino a la época de las cavernas. 

El aparecimiento de una nueva amenaza terrorista global, denominada Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés), ha cambiado los escenarios en Medio Oriente y los intereses geopolíticos en la región y en el mundo. Las potencias occidentales miran con preocupación el nacimiento de este actor tan peligroso que, con su injerencia bélica, política y económica pudiera comprometer la integridad de los países de la Tierra.

En este contexto, en donde se mezclan fanatismo religioso, política, terrorismo e intereses económicos, los Estados Unidos lanzan al mundo su ofensiva diplomática y militar para destruir esta amenaza emergente, que controla ciudades importantes de Irak y Siria.

Los estrategas del Pentágono han diseñado un plan muy bien mediatizado, el cual pone en el teatro de operaciones no solo a la coalición de países que lo respaldan, sino también a los kurdos, una etnia milenaria, que anhela ser un Estado y ocupar un escaño en la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

Kurdistán, que es una nación (entendida como un conjunto de personas de un mismo origen, con el mismo idioma y una tradición común[1]) de guerreros de origen indoeuropeo, sometidos por el imperio Otomano, se asentó en el sur de Anatolia en torno al siglo X  A.C. Desde hace años reclama su independencia y su reconocimiento, luego que el Tratado de Lausana (1923) dividió al Kurdistán milenario entre Turquía, Siria, Irán, Irak y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).





En las últimas décadas, luego de un sinnúmero de levantamientos independentistas en  Irak, Siria y Turquía, por parte del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), se produce una alianza entre los partidos políticos kurdos y los Estados Unidos para derrotar a Saddam Husein en la guerra del Golfo. Otro momento importante fue en 2012, durante la Guerra Civil Siria, cuando se produjo la revuelta armada kurda en territorio kurdo dentro de Siria.

Divide y reinarás, la base de la política en Medio Oriente

La violencia generada por ISIS tiene como escenario los asentamientos humanos de Kurdistán en Siria y norte de Irak, por lo que ha renacido la necesidad de independencia de esta Nación. Los Estados Unidos mueven sus piezas de ajedrez en este tablero bélico, aprovechando el sentimiento nacional kurdo, para que sean ellos (los kurdos) quienes combatan frontalmente a ISIS, con el apoyo militar y tecnológico de la coalición que enfrenta el terrorismo filial de Al-Quaeda.

¿Qué gana el imperio? Una mejor posición estratégica en Medio Oriente, la cual definitivamente favorece a los intereses estadounidenses en la región, pues si los kurdos ayudan a destruir ISIS y luego son reconocidos como país miembro por Naciones Unidas, sus aliados lograrían suficiente presencia.





Kurdistán abarca 190.000 km² de Turquía, 125.000 km² de Irán, 65.000 km² de Irak y 12.000 km² de Siria, con un área total de casi 392.000 km². En dicho territorio se encuentran la mayoría de las reservas petrolíferas de Irak e Irán y la totalidad del petróleo sirio. También tiene agua, ya que los ríos Tigris y Éufrates nacen precisamente en territorio kurdo,  lo que justifica el interés económico del área y de sus futuros aliados.


Los beneficios para la Nación Kurda




Los kurdos pueden alcanzar su tan anhelado objetivo de ser reconocido por la comunidad internacional como el Estado de Kurdistán. Materializaría así la recuperación de todo o parte de sus territorios ancestrales  ocupados hoy por los países de esa región. También agruparía a sus conciudadanos bajo un solo territorio con su propio gobierno; destruiría la amenaza terrorista de ISIS, que quiere también erguirse sobre sus antiguos territorios desconociendo sus derechos; conseguiría la protección de los Estados Unidos en Medio Oriente, al ser considerado su aliado; mantendría el control de una parte de la producción petrolera mundial. 

Este tablero geopolítico de intereses estaría armado desde Washington y todo depende de sus participantes para alcanzar la victoria. Muchas son las informaciones que los organismos estatales difunden a los medios de comunicación internacionales para dirigir la mirada de la opinión pública hacia donde quieren que sean enfocadas, pero siempre es necesario ver que está detrás de las intenciones.






[1] Definición de la Real Academia de la Lengua sobre nación.

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