jueves, 6 de mayo de 2021

 

Primero Colombia, luego Ecuador:

La deconstrucción y desestabilización están en marcha

 

Crnl Mario R. Pazmiño Silva

 


La brisa bolivariana que anunciaron y financian Diosdado Cabello y Nicolas Maduro, el castrochavismo y el foro de Sao Paulo está dando resultados. América, el continente de la esperanza y de las desigualdades, en menos de dos años, ha visto cómo han sido golpeados fuertemente los sistemas democráticos más sólidos ante hordas de desestabilizadores, que usan la revolución molecular disipada, la deconstrucción y el black bloc como herramientas de sometimiento social y ruptura democrática.

La desestabilización obedece a consignas internacionales. Para que arranque se necesita de cualquier hecho -no importa si es grande o pequeño- que exacerbe los ánimos y lleve a la gente a las calles. Ahí, empujan hacia el anarquismo, la sedición y el terrorismo urbano. Ya para este momento, los motivos iniciales de la protesta perdieron fuerza y fueron reemplazados por la deconstrucción, la generación de caos y la ruptura de la cotidianeidad de la sociedad. El miedo ya es herramienta de control y el Gobierno es presentado y percibido como incompetente para solucionar la crisis.  

Los países de América Latina han visto como estos procesos de desestabilización con financiamiento internacional ponen en riesgo las democracias y el estado de derecho como lo sucedido en las protestas de 2019. Ahora estas se han perfeccionado y le ha vuelto a tocar el turno a Colombia: el exguerrillero Gustavo Petro, los grupos de narco guerrilla, las organizaciones de extrema izquierda o ligadas al crimen organizado transnacional apoyan logísticamente el anarquismo en varias ciudades del vecino país. Los incitadores han logrado que los manifestantes se enfrenten con la fuerza pública y, en medio de procesos confusos, se ocasionen muertos (que se convierten en mártires), que crispan más el escenario.

Si la sociedad cataloga al Ejército y a la Policía como fuerzas represoras que deben ser eliminada o reducir su competencia en el marco de la seguridad nacional, los incitadores han logrado su objetivo. Y en el caso de Colombia un triunfo para el socialismo del siglo XXI que tenía en la mira a este país, por su cercanía con Estados Unidos.

La brisa bolivariana que está destruyendo Colombia posará sus garras en poco tiempo sobre Ecuador. El nuevo gobierno es el objetivo de las estructuras de desestabilización regional. Ellas no perdonan que un pequeño país haya logrado romper las cadenas del socialismo y quiera independizarse de esta nefasta corriente ideológica.

El Gobierno del presidente Guillermo Lasso tiene los días contados, el castrochavismo, el Grupo de Puebla y los miembros del Foro de Sao Paulo han iniciado su accionar con el apoyo de desestabilizadores nacionales. La deconstrucción y desestabilización que vive Colombia es un ejemplo de lo que se presentará en nuestro país en poco tiempo.   

4 comentarios:

  1. Muy de acuerdo Mario, si no se toman las decisiones más adecuadas por el Novel Gobierno y se deja de pensar que el REENCUENTRO va a convencer a estos Seudos Socialistas y Corruptos, como se percibe hoy en día, los ciudadanos estaremos en peligro inminente y por supuesto la PATRIA.

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  2. Cada vez me convenzo más que la "inteligencia militar" es una contradicción en sí misma. Hay que ser estúpido como para acusar de todo al "castrochavismo" sin plantear una visión crítica sobre por qué existe descontento social.
    Es una pena que los impuestos de la sociedad se gasten en educar a tanto estúpido para que termine escribiendo este tipo de cosas.

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  3. La aplicación de la revolución molecular expresada por Guattari está en plena vigencia en la región, no olvidar octubre negro en Ecuador organizado por trasnochados ROBOLUCIONARIOS que hoy están corridos y asustados en México como son la coprofoga Gabriela Rivadeneira, Carlos Viteri Gualinga y otros más valientes que al primer tiro salen despavoridos

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  4. Francamente la ignorancia o lo que es peor: vanagloriarse de poseer o haber sido de inteligencia militar, no les da calidad moral para juzgar los fenómenos de insurrección popular, cómo los acontecidos en la hermana Colombia. País qué es uno de los más inequitativos de América Latina, regidos por una clase oligárquica cerrada y absorvente de la riqueza nacional.
    Más honor tendría el Coronel Pazmiño en declararse abiertamente admirador del inefable Álvaro Uribe Vélez; personaje siniestro de la clase política colombiana, autor de crímenes de lesa humanidad, cómo es el caso de los falsos positivos. Mismo personaje que maneja como gran titiritero al actual Presidente Duque.
    Los voceros de la extrema derecha, como el autor de este artículo pretenden asustar a la sociedad civil con el cuento del Castro chavismo, cómo el autor de las protestas pretendiendo desconocer las profundas injusticias de la sociedad colombiana. Injusticias que guardan un acumulado histórico de décadas. Para estos ingratos personajes cualquier expresión popular ya la ven cómo la voz del comunismo. Ventajosamente los pueblos ya no se creen esos cuentos. Deberían estudiar teoría o filosofía política para qué aprendan que el comunismo nunca ha existido.y más bien la inteligencia militar debería dedicarse a estudiar problemas sociales de los países cómo: la pobreza, el hambre, el crimen organizado, la política corrupta, las redes del narcotráfico, la trata de personas, el tráfico de órganos e igualmente el tráfico de especies

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