LAS
CENIZAS DE LA DESESTABILIZACIÓN SE REAVIVAN
Crnl. ® Mario R. Pazmiño S.
Los recientes
acontecimientos de agitación social y vandalismo urbano que se desataron en los
últimos días en las principales ciudades de Colombia y Chile, demuestran que
las cenizas de la anarquía y las técnicas de la Revolución Molecular Disipada, se
encuentran en marcha y tomando más fuerza de lo que las autoridades
gubernamentales se pueden imaginar.
La nueva estrategia aplicada
en América latina, tiene como propósito alterar el estado de normalidad de la
sociedad, generando el caos y provocando la descontextualización de los
principios rectores de una convivencia armónica y civilizada. Su estrategia
consiste en fraccionar a las unidades de la fuerza pública para lograr
descentralizar y debilitar su accionar, enfrentarlas sin el principio de fuerza,
sino más bien bajo el esquema de fuerza aislada y zona ocupada.
Las técnicas de guerrilla
urbana son aplicadas en esta metodología revolucionaria, donde el criterio de punto
dominado, es importante para obligar al empleo descentralizado de la fuerza
pública, explotando su debilidad y evitando que otra fuerza acuda en su apoyo
porque se encuentra comprometida.
Este fue el esquema que se
presento en octubre del 2019 y que sorprendió por su accionar a la Policía
Nacional y Fuerzas Armadas quienes no conocían de este tipo de estrategia de
desestabilización que ya se venía implementando en España, Europa, Medio
Oriente, Brasil y Colombia por citar algunos. Los manuales del Black Bloc, La
Revolución Molecular de Félix Guattari, La Contribución a la Guerra en Curso de
Deleuze y El Gesto mas Radical de Sadie Plant son las herramientas doctrinales
que se han utilizado para sembrar el caos y a la anarquía en la región.
Ecuador un país en donde las
condiciones de inestabilidad gubernamental se vienen incrementando por las
diferentes crisis existentes (sanitaria, financiera, sicosocial, política,
judicial etc.,) y la ineficiencia en la administración del gobierno para
solucionarlas, constituye una bomba de tiempo que va a explotar en los próximos
días sin darle tiempo al ejecutivo a que pueda salir bien librado de este nuevo
proceso de desestabilización.
Las organizaciones que
fueron infiltradas por el correísmo y la izquierda radical, dejaron al Estado
sin las herramientas necesarias, para que la Fuerza Pública pueda emplear el
uso progresivo de la fuerza y mantener la paz social. Los “incorruptibles” y
“eruditos” magistrados de la Corte Constitucional dieron la razón a los
delincuentes anarquistas y desestabilizadores antes que a la sociedad
desprotegida.
El Estado esta desarmado, la
violencia anarquista se aproxima a pasos agigantados, la Fuerza Pública está
atada de manos, la sociedad se encuentra desprotegida y el gobierno no asimila
el problema de ingobernabilidad que se le avecina. Es necesario recordar, que
donde cenizas de desestabilización quedaron, estas pueden reavivarse con
consecuencias impredecibles.