¿DEBE TERMINAR RAFAEL CORREA SU MANDATO?
Crnl. ® Mario R. Pazmiño Silva
Los últimos
días han surgido diferentes planteamientos respecto a la permanencia de Rafael
Correa en la Presidencia de la República. Guillermo Lasso, candidato
presidencial de CREO, ha dicho que la actual crisis es responsabilidad directa
del actual gobierno y que su permanencia solo agudizaría la profunda recesión
económica y social. Su solución, entonces, es que se adelanten las elecciones,
para que otro actor político enderece el rumbo del país.
Otros
grupos políticos y sociales, en convocatorias multitudinarias, han planteado el
cese inmediato de funciones del responsable directo de esta descomposición
social y crisis galopante, con gritos de ¡Fuera Correa, Fuera!, con el que
tratan de avivar el sentir colectivo para presionar la salida presidencial.
El gobierno,
con sus acciones, ha visto afectada significativamente su popularidad, su credibilidad
y su aceptación. Las medidas adoptadas, como la formulación de nuevas leyes, enmiendas
constitucionales e impuestos excesivos, solo han agitado el avispero del rechazo
popular. No se ve en el horizonte una luz que permita reorientar la economía
nacional sin afectar a los más pobres. En el juego del poder no priman los
objetivos nacionales permanentes, se gobierna para el partido y los intereses
personales, bajo la premisa de que el poder es permanente.
La falta de
planificación y los altos niveles de improvisación han llevado a construir mega
obras que se han quedado en la inauguración o sin fondos para poder
concluirlas, existe una parálisis total de la producción y del desarrollo
nacional, la incertidumbre económica campea y la seguridad jurídica es una mala
película de ciencia ficción.
El gobierno
de Correa mira con temor el escenario electoral y la ineficiencia de su gestión
pasará su cuenta política, por lo que trata de alcanzar de algún gobierno amigo
un salvavidas económico que le dé un pequeño respiro sin importarle que se siga
endeudando al país. Su objetivo es ganar más tiempo para ver si los precios del
petróleo tienen un repunte que le permita salir de la crítica situación actual.
La
comunidad internacional ya no cree en el exitoso modelo ecuatoriano, por lo
tanto la crisis se vuelve cada vez más incontrolable y se ve venir un proceso
de desestabilización con repercusiones inesperadas.
El
presidente Correa y sus colaboradores saben que es el momento de dejar el poder
y evitar que ese remolino que ya está formado los atrape y no les permita salir
bien librados. ¿Cómo hacerlo? tiene que exacerbar, con medidas antipopulares,
una reacción social y abandonar el poder como mártir, para retornar luego de
que las condiciones sean mejores y acusar la incapacidad del manejo público de
sus antecesores.
La pregunta
planteada al inicio de este artículo se responde por sí sola, es necesario el
respeto a la decisión popular consagrada en las urnas y por lo tanto que el Presidente
Correa termine su mandato, para que no exista otro responsable o peor crear
mitos o leyendas en un país que tenía el desarrollo en sus manos y que entregó
su porvenir y el de sus hijos a populistas, aún a costa del sacrificio de la
sociedad.
Esta dura prueba, que está por venir, nos
levantará como ecuatorianos, pero sobre todo nos recordará que ningún modelo
socialista ha sido exitoso y que a la hora de dar nuestro voto debemos
razonarlo, porque la supervivencia de la familia ecuatoriana está en peligro.
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