¿EL NACIMIENTO DE LA MILICIA CORREISTA?
Crnl. Mario
R. Pazmiño S.
La
arrogancia de quien funge como Ministro de Defensa se manifiesta cuando expresa
disparates como el siguiente: “Los militares no están preparados para cuidar a
las personas e incluso al Presidente de la República”. Es evidente que el
funcionario de marras pretende minimizar el nivel profesional de los miembros
de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas.
En nuestras
escuelas de formación se han preparado alumnos de diferentes países e
instituciones, por ser consideradas de las mejores de la región. De igual
forma, por esta institución han pasado hombres valientes que no han dudado en
entregar su vida por precautelar la seguridad de su protegido, como es el caso
del Sr. sargento Jaime Quinga, quien murió baleado en el nefasto episodio de
Taura, resguardando la vida del entonces Jefe de Estado. A lo largo de los años
se ha dado un sinnúmero de reconocimientos por parte de diferentes Presidentes,
autoridades civiles y religiosas a nivel mundial, que han sido protegidos por
nuestros esquemas de seguridad. Entonces, ¿cuál es el trasfondo de las declaraciones
del arquitecto Fernando Cordero?
A lo largo
de nueve años, el gobierno ha demostrado que tiene una idea totalmente
tergiversada del concepto de lealtad, a la que confunde con obsecuencia y
sumisión. Por eso, quizás ante el temor de que las Fuerzas Armadas no responden
a esa sumisión que se les quiere inculcar, ahora se quiera estructurar una
fuerza de choque, algo parecido a las milicias bolivarianas que combaten
cualquier señal de disidencia contra el gobierno venezolano. Tal vez el
gobierno aún no ha entendido que las Fuerzas Armadas no están para defender sus
intereses políticos. Es evidente que la administración de Rafael Correa tiene
sumido al país en una grave crisis socio – económica, principalmente por el
manejo ineficiente y negligente de los recursos del Estado. A lo mejor, la
posibilidad de un gran estallido social los tiene atemorizados.
Ejemplos de
improvisaciones ya se han visto durante esta autodenominada “revolución
ciudadana”, como cuando crearon una estructura incompetente llamada SENAIN, que
durante los hechos del 30 de septiembre de 2010 se encontraba tomando café y
recibiendo cursos, mientras su “comandante en jefe” pedía a gritos que lo maten
en una ventana del Regimiento Quito.
Al
arquitecto Fernando Cordero habría que enseñarle que la capacitación no se la
hace con un decreto, sino que es una especialización, previa rigurosa selección
de los candidatos. Me da profunda pena ver como un tema tan importante para el
país, está en manos de incompetentes, que emiten comentarios sin tener un mínimo
conocimiento del asunto. Las palabras del
arquitecto Cordero constituye otra gran ofensa para las Fuerzas Armadas.
También
sería bueno recordarle al gobierno, que el jefe de seguridad de la Casa
Presidencial fue el general Luis Castro, actual Comandante General de la Fuerza
Terrestre, lo que implica, según lo dicho por el arquitecto Cordero, que este
alto oficial era un incompetente y ganaba sueldo sin estar preparado para
cuidar al Presidente.
Si nuestro
mandatario fuera un estadista, no requeriría de una guardia pretoriana para
movilizarse, porque estaría seguro de que su pueblo lo respeta. En lugar de dar
declaraciones fuera de lugar, sería mejor que el gobierno tome el ejemplo de su
coideario, José Mujica, y deje de seguir despilfarrando los recursos del pueblo.
Recuerde el arquitecto Cordero y el resto del gobierno, que ya están de salida
y que les falta poco más de un año para que empiecen a ser fiscalizados.
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