martes, 4 de septiembre de 2018


ECUADOR: LAS NUEVAS AMENAZAS A LA SEGURIDAD NACIONAL.
Crnl. Mario R. Pazmiño Silva

Los nuevos escenarios y cambios globales han redimensionado los conceptos de seguridad estatal, lo que significa que las amenazas tradicionales han perdido fuerza y han dado paso a otras que pueden afectar la existencia de un país e incluso las relaciones de la comunidad internacional. Es por esto  que es necesario que las sociedades  tomen medidas mucho más flexibles y eficaces para enfrentar estos nuevos desafíos.
Esto significa que las hipótesis de guerra, o los conflictos armados entre países, fueron superados y quedaron en un segundo plano. La estabilidad democrática y la supervivencia del Estado se vieron afectadas por el aparecimiento de nuevas formas de amenazas que irrumpieron en los escenarios locales. En el caso del Ecuador, entre estas formas generadoras de violencia están:
1.      Minería informal: ligada a la acción de bandas criminales, grupos armados como las FARC (y ahora su disidencia), narcotráfico, explotación laboral, explotación sexual, tráfico de armas. Un  ejemplo son las  minas de Buenos Aires en Imbabura
2.      Narcotráfico: presencia de carteles internacionales como el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y el Cartel Del Golfo, que operan desde hace una década en territorio ecuatoriano, materializando los nuevos centros de acopio y plataformas internacionales del corredor del Pacífico.
3.      Terrorismo: presencia en la frontera colombo-ecuatoriana de facciones de las FARC que han iniciado una escalada de violencia sin precedentes en la vida nacional y han cobrado la vida de 9 ecuatorianos y pérdida de infraestructura. (atentado terrorista al Cuartel de Policía de San Lorenzo y Destacamento Naval de Balao.).
4.      Crimen Organizado: estructuras nacionales con ramificaciones internacionales de lavado de dineros, trata de personas, tráfico de órganos, precursores, armamento, munición, explosivos, que abastecen a grupos criminales, narco guerrilleros o de narcotráfico para sus operaciones.
5.      Corrupción: instituciones, funcionarios públicos o privados que compran y venden conciencias a cambio de réditos económicos, en perjuicio del Estado. Por ejemplo, los miembros del gobierno del expresidente Correa apresados por corrupción.
6.      Inseguridad Económica: la falta de políticas financieras, improvisaciones, ajustes superficiales, endeudamiento agresivo, incremento de la burbuja burocrática, inflación creciente son amenazas o peligros que pasaran factura al actual gobierno.
7.      Ciberamenazas: los ciberataques, por medio de ciberterrorismo, ciberdelito o ciberespionaje, que son empleados contra personas, instituciones públicas o privadas para afectar su funcionamiento o vulnerar su seguridad.  
8.      Incrementos migratorios no controlados: la existencia de conflictos bélicos como en Colombia y la represión de gobiernos totalitarios o fascistas como Venezuela y Cuba han generado un incremento significativo de ciudadanos de estos países buscando alejarse de escenarios de violencia. La falta de políticas públicas para dar acogida y prestar atención a los desplazados y migrantes está generando una afectación a la seguridad nacional.
9.      Violación de los espacios marítimos: la riqueza existente en el medio ambiente marítimo atrae a empresas internacionales que utilizan alta tecnología y flotas pesqueras que depredan los ecosistemas del país. Un ejemplo es la flota china que irrumpió en las Islas Galápagos.
10.  Catástrofes Naturales: la depredación de la naturaleza, el cambio climático, el efecto invernadero afectan los ecosistemas. Ecuador ha afrontado algunas de ellas siendo la más importante el terremoto del 2016, que demostró la falta de preparación de los organismos estatales para hacer frente a estas nuevas amenazas.
Los nuevos riesgos y amenazas a la seguridad nacional implican la adopción de políticas estatales que permitan contrarrestar de manera ágil y oportuna los nuevos escenarios y peligros que se presentan. Es necesario definir con claridad los objetivos y las líneas de acción estratégicas a ser alcanzados para reducir, minimizar o destruir las amenazas a la seguridad del Estado.
Las políticas de seguridad nacional no tienen que ser estrictamente militares, deben presentar una combinación balanceada de los principios de seguridad y desarrollo. El trabajo combinado de todas las funciones del estado, sus órganos ejecutores y la sociedad civil son la mejor forma de enfrentar estos nuevos retos.