domingo, 5 de octubre de 2014

EL DERECHO AL SUFRAGIO LA BANDERA DE LUCHA EN HONG KONG

Crnl. Mario R. Pazmiño Silva




Hong Kong históricamente fue una pequeña comunidad de pescadores y por su ubicación geográfica fue zona de refugio de contrabandistas de opio y piratas. Luego de la famosa guerra del opio de 1842 se firmó el Tratado de Nanking, en donde China cede a Gran Bretaña en forma indefinida la isla. En 1860, China hizo nuevas cesiones territoriales, incorporando a la colonia inglesa la península de Kowloon y la isla de Lantau, que fueron arrendadas hasta el 30 de junio de 1997, fecha en que pasarían a pertenecer nuevamente a la República Popular de China.

Durante varias décadas hubo una importante migración de mano de obra calificada desde el continente a la isla, lo que generó un progreso económico sostenido y la consecuente transformación de Hong Kong en una de las regiones más desarrolladas de Asia. En 1984, Pekín se comprometió con Londres a que el sistema socialista no se emplearía en esta región y que se aplicaría la política denominada “un país, dos sistemas”.

La declaración de Región Administrativa Especial para Hong Kong implica que el sistema legal, financiero y la administración pública, estarán bajo su regencia y finalizará en el 2047 con el paso definitivo a control de China. Geopolíticamente, Hong Kong es uno de los centros mundiales de comercio, de finanzas, de industrias y económico más importantes del mundo.

Hong Kong en la actualidad goza de un sinnúmero de libertades y derechos civiles que no hay en China continental: poder judicial independiente, libertad de prensa, derecho a la protesta y sufragio universal, consagrado como uno de los más importantes. Actualmente, el líder o jefe ejecutivo de esta metrópolis es electo de un comité formado por 1200 integrantes, todos leales al gobierno chino.

Las olas de protesta que ya se extienden por dos semanas en la isla se deben a que el gobierno de Pekín rechazó en agosto la demanda popular de ser los habitantes de Hong Kong quienes libremente y por sufragio elijan a sus autoridades.




Diferentes grupos pro democracia, estudiantiles y de la ciudadanía se han unido a estas marchas que se van incrementando con el pasar de los días, llegando a amenazar con bloquear el distrito financiero de la ciudad , acogerse a la desobediencia civil y a la toma de los edificios gubernamentales dentro del marco de la denominada campaña “Occupy Central”.

Xi Jinping, presidente chino, no va ceder posiciones con relación a los pedidos de los insulares, pues considera que están confundidos en el alcance de los términos “un país, dos sistemas”. El permitir una mayor apertura democrática debilitaría su gobierno y liderazgo interno, pudiendo generar un efecto domino con brotes similares en otras regiones. Sin embargo, tampoco puede mantener una postura intransigente con Hong Kong pues representa la más importante plataforma para el comercio y la inversión de la China comunista.   

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