domingo, 23 de septiembre de 2012

QUE ESTÁ DETRÁS DEL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA.-


QUE ESTÁ DETRÁS DEL PROCESO DE PAZ EN COLOMBIA.-

Coronel Mario R. Pazmiño S.

 

La vida de los ciudadanos colombianos se ha visto alterada en los últimos días, por la posibilidad del inicio de un proceso de paz entre el Gobierno de Santos y la más vieja guerrilla latinoamericana,  las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Tras este hecho surge una pregunta vital: ¿qué está detrás del proceso de paz en Colombia?  Un análisis de la situación de cada uno de los actores de este proceso puede ayudar a develar esta gran incógnita.

Lo que sí está claro es que un proceso de negociación implica el desarrollo de 9 etapas, que van desde la exploratoria hasta el cese de hostilidades y no hay un tiempo establecido para su finalización. Ejemplos de lo expuesto son los procesos que se siguen en Birmania, en España, en Palestina…,  que llevan más de 20 años y todavía buscan la añorada paz.

Situación del Estado colombiano

El gobierno del presidente Santos se encuentra en una posición de ventaja, tanto interna como internacionalmente, en relación al conflicto. Ha dado duros golpes a la estructura político militar de las FARC y ha llegado a colocar a esta organización narcoterrorista en una situación vulnerable. Si seguía por ese camino, podría haber sido desvastada en muy pocos años.

El gobierno logró la recuperación de áreas geográficas donde delinquía esta estructura y comprometió en su lucha a los países vecinos, algo que se veía muy difícil, por las relaciones ideológicas y de infiltración que tenían las FARC.

La lucha contra el narcotráfico, con golpes contundentes por parte del gobierno colombiano, le ha mermado notoriamente el poder logístico que tenía la guerrilla.

Colombia posee uno de los ejércitos más modernos de la región con tecnología de punta y equipamiento acorde con el conflicto que enfrenta. Cuenta, además, con el apoyo militar, tecnológico y económico de los Estados Unidos, lo que mejora su posición táctica y estratégica frente a su adversario interno.

Situación de las FARC

Las FARC, desde el periodo del presidente Uribe hasta la fecha, han sido afectadas  militarmente y vulneradas en su seguridad, en la misma de la estructura del Secretariado General. Antes, esto habría sido imposible por los sistemas de seguridad con los que contaba. Los principales miembros del secretariado, como Reyes, el Mono Jojoy, Alfonso Cano, han muerto en combates. Simón Trinidad está extraditado y otros dirigentes han salido a buscar refugio a países de corte socialista, como Ricardo Granda e Iván Márquez.

La actual dirigencia de las FARC no tiene mucha experiencia en la conducción político- militar de la organización. Por ello es el sinnúmero de errores tácticos  que han cometido, lo que mina la moral y la disciplina de las estructuras insurgentes.

La gran mayoría de sus cuadros están desengañados de la lucha subversiva y son presas fáciles de la deserción o la entrega de sus comandantes, para acogerse a la ley de protección y cobrar las recompensas que el gobierno entrega.

La permanencia en cautiverio de cientos de colombianos ha creado un rechazo total interna e internacionalmente a esta práctica inhumana de  las FARC, lo cual ha debilitado su posición ante países en los que  tenía cierto nivel de aceptación.

La continua deserción de cuadros en todos los niveles ha obligado a utilizar niños como parte de su estructura militar e incrementar el reclutamiento forzoso,  lo que ha generado  mayor rechazo de la sociedad.

La imagen internacional de la organización es de un grupo narcoterrorista que ya no lucha por una causa social o de reivindicación nacional, como decían sus postulados iniciales, sino más bien que está inmerso en el negocio de la droga. Los miembros del secretariado no han podido, hasta la presente fecha, erradicar la vinculación de sus comandantes con el tráfico de drogas, lo que genera indisciplina en las columnas guerrilleras.

¿Que está detrás del proceso de paz en Colombia?

No sería lógico, en el caso del gobierno colombiano, buscar una salida en una negociación incierta, en donde tiene una ventaja estratégica y mantiene la iniciativa del conflicto. Sin embargo, otros factores de tipo político y de ego personal pueden incidir en esta decisión. El presidente Santos puede pensar que pasará a la historia como la persona que logró finalizar una guerra interna que ha desbastado a Colombia. Si esa fuera la hipótesis, la que se manejó para entrar en un proceso de paz, sería nefasto para ese país.

Los indicios apuntan a que las FARC, por intermediación de Venezuela y Cuba, fueron las que iniciaron las conversaciones. Su situación político-militar y de imagen internacional están bastante afectadas y necesitan un respiro para poder reestructurar sus cuadros, ampliar su influencia en áreas que hoy controla el estado y cambiar su estrategia dando prioridad a la conformación de su brazo político, hasta que las condiciones le permitan retomar las operaciones militares de impacto.

Las FARC persiguen tres objetivos:  ganar tiempo y espacio de maniobra que les son vitales para su supervivencia; fortalecer su partido político, como fue la idea inicial de Iván Márquez, dentro del reajuste del plan estratégico que impulsa las FARC, y buscar inmunidad para los miembros del secretariado, a través de su participación legislativa, como actores políticos.

Los escenarios planteados permiten concluir que la organización narcoterrorista fue quien impulsó este acuerdo de paz; sin embargo, es una negociación que no tiene un final feliz, pues solo se está buscando fortalecer su estructura, como pasó en San Vicente del Caguan, y  donde el único que perdió fue el pueblo colombiano, que creyó en un grupo que no tiene la menor intención de dejar la vía armada.

Recordemos el ideario fareano: “Cuando las circunstancias no sean favorables para la causa insurgente se debe retroceder un paso para tomar impulso y continuar en la búsqueda del objetivo primordial la toma del poder”.